Dónde comer la mejor paella en Barcelona

Encuentra la mejor paella «no para guiris» de Barcelona con las siguientes recomendaciones de Biting Barna.

Hay algo casi sagrado en compartir una buena paella: el arroz que cruje, el olor del mar, la cazuela en el centro de la mesa. Pero en una ciudad tan llena de restaurantes como Barcelona, encontrar una paella auténtica —no una “paella para guiris”— puede ser todo un reto.

En Biting Barna nos hemos propuesto descubrir los lugares donde el arroz sabe a verdad, donde el socarrat se respeta y donde el Mediterráneo se nota en cada bocado.

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Antes de lanzarte a probar, recuerda esto:
El tiempo importa. Una paella que llega en 10 minutos no es paella, es precocinada.
El arroz, suelto y con alma. Ni caldoso ni seco del todo; con ese punto perfecto de socarrat al fondo.
Ingredientes de verdad. Marisco fresco, buen caldo y arroz bomba del Delta del Ebro si es posible.


Nuestros 5 sitios favoritos para paella en Barcelona:

Un clásico de los de siempre. Abierto desde 1903, conserva el alma marinera de la Barceloneta. La paella de marisco es pura tradición, y el arroz a banda merece una ovación.
📍 Carrer de Sant Carles, 4

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Comer con los pies casi en la arena y un arroz negro delante es una experiencia de verano perfecta. El local tiene ambiente, vistas y producto de primera.
📍 Av. del Litoral, 62

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Creatividad y sabor se dan la mano. Platos cuidados, servicio amable y un arroz marinero con alioli que justifica la visita.
📍 Passeig Joan de Borbó, 58-59

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Uno de esos lugares que recomiendan los locales. Decoración sin pretensiones, pero el arroz con bogavante o la paella marinera no fallan nunca.
📍 Carrer de Ginebra, 15

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Sí, es conocido, pero con razón. Es historia viva de la ciudad y su paella Parellada (sin cáscaras ni huesos) es ideal para los que quieren disfrutar sin mancharse las manos.
📍 Passeig Isabel II, 14

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Consejos Biting Barna

Reserva si vas en fin de semana: los buenos sitios se llenan.
Pide entrantes ligeros: pan con tomate y unas croquetas son más que suficientes.
Y, sobre todo, comparte. La paella sabe mejor cuando se come entre amigos.

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